Cuando se habla de casas contenedor, erróneamente, se piensa en vivir en una caja de metal y la realidad es que solo es metal la caja base que compone la estructura ya que este tipo de viviendas tiene todos los acabados de cualquier vivienda tanto en interior como en exterior y disponen de todas las instalaciones conocidas para el siglo XXI.  
 
Una vez aclarado que este tipo de edificación no carece de ningún confort conocido queda por definir el coste. Con el sistema de construcción a partir de contenedores  modulares podemos reducir hasta en un 30% el precio de  una casa construida con sistemas tradicionales de iguales características.  La diferencia en el precio es más que notable a lo que añadiremos el hecho de que estamos reciclando. El tiempo para habitar estas viviendas es muy corto, desde que empieza la construcción hasta que se entrega la casa pasan tan solo de 3 a 4 meses de media, tiene todas las posibilidades para poder ampliarse y instalarse en cualquier lugar.